
Sin embargo, esa fortuna, la de haberse convertido
en una fiera adversaria del ladrillo, solo la disfrutan los
contenedores destinados al transporte marítimo. Así, los que
atisbamos a la vera de edificios en construcción y reformas de
viviendas siguen almacenando escombros o desechos, y todavía no hay
ideado un plan B para ellos. No hace falta, tienen tanto trabajo y
los necesitamos para tan dispares asuntos que no necesitan extra
alguno.
Desde luego, aunque nadie haya ennoblecido a los
contenedores con una vida hogareña, resulta evidente que plantearse
cualquier obra o reforma sin su intervención resultaría una tarea
complicada y poco respetuosa con el medio ambiente dado que la
mayoría de escombros acabarían recalando en los descampados, vías
públicas o el mismo campo.
De hecho, todos estos residuos han de descargarse
en centros de tratamiento autorizados y hasta estos puntos peregrinan
los contenedores de las empresas que se dedican a su alquiler.
Además, si deseamos acometer reformas en nuestra
casa deberemos, no solo gestionar la pertinente licencia de obras
ante nuestro Ayuntamiento, sino también solicitar permiso para
instalar un contenedor en la vía pública. Por supuesto, ese permiso
implicará que abonemos una tasa cuyo importe vendrá determinado por
varias cuestiones:
-Tamaño del contenedor
-Número de contenedores que necesitamos instalar
-Días que precisamos ocupar la vía pública.
No hay que olvidar que los municipios son
soberanos en este aspecto, así que todos ellos añadirán o quitarán
requisitos según su criterio y a ellos nos tendremos que atener.
Por citar algún ejemplo, las empresas de reformas en Alicante deben tapar los contenedores cuando
concluyan su horario de trabajo y su uso se rige por una ordenanza
municipal.
También es cierto que el universo de contenedores
que podemos hallar en una obra se ha diversificado, pues en la
actualidad éstos también albergan oficinas de venta o sanitarios
para el personal que trabaja en la construcción.
Pero los contenedores no solo resultan
indispensables durante el desarrollo de unas obras o unas reformas,
pues también se vuelven fundamentales durante las tareas de poda de
un parque. Así, cuando llega la temporada de sanear las copas de
nuestros árboles, los operarios precisan de los contenedores para
verter todos los residuos generados y, así, ejecutar con eficacia su
tarea.
Pero quizás estos artefactos desempeñen su papel
más importante en las demoliciones de edificios en ruinas. Así que
además de una pala, habrá que pedir cita a la empresa de alquiler
de contenedores para que nos eche una manita con el asunto, ¿verdad?
De este modo, aunque los contenedores empleados en
las obras no nos puedan servir de morada, como ocurre con los
utilizados en el transporte marítimo, lo cierto es que se distinguen
por su versatilidad y por su importancia a la hora de emprender
cualquier asunto relacionado con el ladrillo. Así, no hay obra que
no incluya en su ecuación un contenedor o poda en el Parque del
Retiro que no movilice a una buena “cuadrilla” de ellos.